Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona
el valor del sonido de la vida
Estamos viviendo en una época donde parece que el sonido de la vida no sea apreciado ni valorado. Fijaos con la cantidad de gente que pasa por la calle con los cascos puestos escuchando música o la cantidad de tiendas y centros comerciales que nos ponen música en sus megafonías. En Barcelona, por ejemplo, existe un canal exclusivo de televisión en el Metro que se puede ver a través de pantallas. Lamentablemente no es para escuchar música, sino para bombardearnos de publicidad. ¡Con lo bonito que es poder escuchar sin interrupciones como frena el convoy del metro cuando llega a la estación!
El sonido de la vida, para algunos se ha convertido en “ruido”. Creo que hay personas que no saben ni como suena el motor de su coche porqué antes de encenderlo ya han abierto la radio. Otros, después de cenar, se estiran en el sofá, ponen la tele y leen un libro. Les recomiendo que intenten leer el libro sin ningún “ruido”. Verán cómo podrán escuchar los personajes.
Si nos proponemos disfrutar del sonido de la vida, a lo mejor, paseando sin cascos, descubriremos que hay pájaros en nuestras calles, el sonido de los autobuses, de los coches, el de una Harley Davidson, la voz de los vendedores del mercado de frutas por el cual pasamos cada día, la del niño que entra a la escuela… Y si algún día llueve, aprovechad; el sonido de la lluvia es emocionante, descubridlo.
Probad de ir a la montaña, al campo o al bosque. Dejaros llevar por sus sonidos y agradeced a Dios que nos haya dado tanta “música” en la naturaleza para distraernos.
Hay quien cree que el cantar matinal de los pájaros lo inventó Dios para que nos sirviera como despertador. Que cada nuevo día sea una oportunidad de optimismo para este nuevo curso que empezamos.
Ángel Rodríguez Vilagran
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio octubre 2012 )
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