Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona
UMBERTO ECO Y LA COMUNICACIÓN DE MASAS
El viernes 19 de febrero de este 2016 fallecía a la edad de 84 años el escritor y filósofo italiano Umberto Eco. Destacó como profesor de semiótica (una ciencia que estudia el significado de los signos en la comunicación) en las universidades de Florencia y Bolonia. Seguro que más de un lector lo recuerda por haber escrito la novela y más tarde película, “El nombre de la Rosa”, una licencia narrativa que no se parece en nada con los libros de ensayo y crítica que ha escrito a lo largo de su vida. Uno de ellos es el que ha dado nombre a esta sección que escribe un servidor, “Apocalípticos en Integrados”, cuya primera edición en castellano se publicó en 1968.
Es un libro sumamente interesante porque aborda la discusión existente ya en aquella época entre los que están en contra del avance de los medios de comunicación de masas (apocalípticos) y los favorables (integrados).
Para los apocalípticos el desarrollo de los medios mata la originalidad, se degrada la cultura y el arte, se manipula al receptor, impera la ley del mercado, se buscan emociones preconcebidas… En cambio, para los integrados, el avance de la comunicación de masas permite el acceso a personas de cualquier condición social y económica, puede servir como formación para el receptor, hay entretenimiento… El libro permite conocer ambas posiciones y también la del propio Umberto Eco, que lo deja a manos del propio receptor, que es quien tiene que saber valorar todo aquello que recibe y también apreciar el buen gusto de lo que se le proporciona.
El libro merece una lectura pausada, a veces un párrafo merece leerlo dos veces, no está escrito con el mismo lenguaje que “El nombre de la rosa”, pero satisfará a los amantes de las nuevas tecnologías para saber lo bueno y lo malo que hay en ellas, y eso que en la década de los 60, que es cuando fue escrito, no existía ni Internet ni las redes sociales ni la televisión por cable …
Ángel Rodríguez Vilagran
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio, en mayo de 2016)
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