Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona

el valor del SILENCIO
El papa Benedicto XVI, en su mensaje anual de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año 2012, consideraba el silencio y la palabra como un “camino de evangelización”. En un fragmento del texto leemos: “En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos cómo expresarnos. Callando se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma; y a nosotros no permanecer aferrados sólo a nuestras palabras o ideas, sin una oportuna ponderación. Se abre así un espacio de escucha recíproca y se hace posible una relación humana más plena. En el silencio, por ejemplo, se acogen los momentos más auténticos de la comunicación entre los que se aman: la gestualidad, la expresión del rostro, el cuerpo como signos que manifiestan la persona. En el silencio hablan la alegría, las preocupaciones, el sufrimiento, que precisamente en él encuentran una forma de expresión particularmente intensa”.
En otro fragmento, el pontífice nos invita a discernir sobre la gran cantidad de mensajes que por culpa de las redes sociales es bombardeada la persona: “a menudo el hombre contemporáneo es bombardeado por respuestas a interrogantes que nunca se ha planteado, y a necesidades que no siente. El silencio es precioso para favorecer el necesario discernimiento entre los numerosos estímulos y respuestas que recibimos, para reconocer e identificar asimismo las preguntas verdaderamente importantes”.
Os invito a la siguiente reflexión: “¿Cuántas cosas que he leído hoy en las redes sociales me han sido insignificantes y me han obligado a dejar de lado a mis seres queridos o a cosas más productivas?”.
Ángel Rodríguez Vilagran
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio noviembre 2012 )
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