Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona

EL FUTURO DE LA CIBERNÉTICA
Leed este fragmento:
“Por medio de estas máquinas una buena chuleta podrá asarse en cuarenta segundos. Y un vino de la actual cosecha, alcanzará en unos meses una vejez de treinta años. El frigorífico distribuirá el frio en función de los productos: cuatro grados para la soda y diez para la cerveza. Las máquinas de lavar serán sorprendentes de rapidez. Pero no habrá necesidad de ellas porque los tejidos de entonces tendrán la virtud de no ensuciarse nunca. Los teléfonos no sonaran porque unos altavoces se encargarán de facilitarnos los mensajes, además, sin errar, ya que al no ser necesario los cables telefónicos las comunicaciones serán instantáneas de abonado a abonado.
En lo que se refiere a los coches, por ejemplo, llevarán un claxon electrónico que anunciará vuestra llegada a los coches que vienen en sentido contrario en el momento de iniciar una curva en la carretera. Carreteras especiales en cada sentido poseerán una banda de teledirección. Ya gracias a ella los conductores de sueño pesado podrán dar una cabezaditas. Los trenes también, antes de descarrilar, se detendrán automáticamente. […] La cibernética no es exclusivamente una revolución técnica e intelectual. Al final de su camino será también una revolución espiritual”.
¿Encontráis este texto actual? Alguien puede llegar a pensar que está sacado de una conferencia de un congreso dedicado a las nuevas tecnologías celebrado este mismo 2010. Pues no, amigos y amigas. Este texto fue escrito el 13 de noviembre de 1957 (página 8) en el diario local de Gerona Los Sitios . El titular informaba de la suspensión de un congreso de cibernéticos (no indica en qué lugar), y el subtítulo decía: “Dentro de diez años la cibernética constituirá el gran acontecimiento del siglo”. Imaginaos todo lo que tenía que ocurrir diez años después de su redacción. Leer para creer. ¿Cuánta gente fue engañada entonces por aquellos “iluminados” gurús?
Ángel Rodríguez Vilagran
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio mayo 2010)
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