Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona
LA CALIDAD DE LA INFORMACIÓN DIGITAL
Nunca se había leído tanto como ahora. Esto vale para cualquier edad, desde los más pequeños hasta los más adultos. Cuando a veces oímos decir a algunos padres la típica expresión de “Nuestros hijos no leen”, les tenemos que contestar que es falso. Leer, leen. No vayamos a pretender que devoren periódicos de papel como lo hacíamos nosotros. Los periódicos de papel que salen a diario tienen los años contados. Muchos de ellos, si no estuvieran subvencionados, ya no existirían. Los quioscos de prensa de las grandes ciudades hoy son testimoniales.
Pongamos ejemplos: los periódicos deportivos de papel de los lunes informan de hechos ya conocidos que hemos leído horas antes en la web del mismo rotativo de forma gratuita. Las imágenes de los goles de nuestro equipo las hemos visto, ya no en televisión, sino también en YouTube, y las opiniones y polémicas que genera, en las tertulias de los programas nocturnos radiofónicos. A parte, hay muchos que siguen un partido de futbol gracias a Twitter y lo hacen a través de las cuentas de periodistas o personas que uno prefiere. Por lo tanto, hemos leído. Lo que ha cambiado es la plataforma. Hemos pasado del papel a la pantalla, nada más.
Lo que realmente nos tiene que preocupar es la calidad escrita de esta información. Y aquí tienen un papel importante los periódicos y portales de información digitales: el de usar un lenguaje gramatical correcto. ¿Las noticias que se cuelgan en la web han pasado antes por el corrector “humano”, igual como hay corrector “humano” en el periódico escrito?
Una de las grandes virtudes de leer es que sirve para expresarse mejor. Gracias a la lectura uno conoce expresiones y palabras. Si leemos mal gramaticalmente, nos expresaremos mal. El ejemplo de un partido de futbol, sirve también para otros acontecimientos informativos. Los periódicos digitales tienen que informar gramaticalmente igual que como si lo hicieran en formato papel. Otra cosa será la extensión, porque ya sabemos que leer en la pantalla cansa más que en papel. Por otra parte, estar leyendo en la pantalla del ordenador muchas veces lleva a la infoxicación.
Ángel Rodríguez Vilagran
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio, en marzo de 2017)
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