Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona
ALEGATO AL LIBRO DE PAPEL
Somos muchos los que seguimos amando el libro de papel por su olor, por su tacto, porque podemos dejar notas escritas, subrayar, marcar los textos con rotuladores de colores, tener nuestro punto de libro favorito, cuidarlo (sacándole el polvo a menudo) … Incluso puedes dejar recuerdosl: imagina que lo has leído en tu estancia de vacaciones en una ciudad y deseas conservar un billete de autobús o metro, o una factura de un restaurante … Hay quien guarda en ellos flores y las dejan secar.
Un libro de papel se puede dedicar, ya sea por el propio autor o por quien te lo ha regalado, e incluso sentirlo cada vez que pasas una página. Hay personas que sienten fascinación por los libros de segunda mano, descubrir las notas que han dejado en ellos, las palabras subrayadas o imaginar por las manos que ha pasado, porque detrás de cada libro de papel hay también otros personajes “ocultos”, aquellos que lo han leído. Es más, un libro de papel, como buen amigo tuyo, no te dejará nunca tirado, ya que a diferencia de un libro digital, siempre tiene “batería”. Se puede regalar, dejar… y aunque parezca absurdo, los libros de papel te hacen compañía, los tienes a tu lado, en el despacho, en el comedor, en el pasillo de casa.
Cabe no olvidar el encanto de ir a comprarlos en las librerías, librerías antiguas, en los mercados de segunda mano o simplemente intercambiarlos. Sirven también para dejarlos “olvidados” en sitios estratégicos (bancos, parques, plazas, estaciones de metro, buzones…) para que otras persones poden disfrutar de ellos cuando uno ya no los necesita. Por otra parte, leer en papel, nos sirve también para desconectar de tanta pantalla que tenemos durante el día: ordenador, móvil, tablets… Es una forma de relax, después de tanta digitalización.
Àngel Rodríguez Vilagran
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio, en noviembre de 2017)
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