Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona

 

ACOSTUMBRADOS A TENERLO TODO GRATIS

El mes de marzo de 2013 saltaba la alarma para los usuarios de WhatsApp. La empresa comunicaba que la utilización de este servicio se tendría que renovar cada año al precio de 0,80 céntimos. De pronto, saltaron muchos usuarios protestando y amenazando en utilizar otras aplicaciones parecidas como Line.
Para quien el nombre de WhatsApp le suene a “chino”, en simples palabras, os diré que es un programa que se instala en tu móvil de última generación (los Smartphone) y te permite enviar mensajes cortos de texto de forma gratuita. Lo más ventajoso es que puedes mantener conversaciones en forma de chat. Actualmente se calcula que es utilizado por 250 millones de personas en todo el mundo y que en España lo hacen el 70 %.

Yo me pregunto: “¿Cómo es posible que personas que se gastan un dineral en un smarthone no quieran gastarse 0,80 céntimos para un servicio gratuito? ¿No es justo que una empresa que elabora un proyecto tenga que ser recompensada, que se pague por las horas invertidas en el proyecto? Estamos hablando de una cantidad incluso inferior de lo que vale un café para un servicio de ¡todo un año!

Lo más curioso: la gran mayoría de las quejas provenían de adolescentes y jóvenes. Vamos por mal camino. Hay quienes se han acostumbrado a no pagar nada, a tenerlo todo gratis … Todo ello lleva también a una crisis integral. Los jóvenes y no tan jóvenes no compran películas, ni cd's musicales, ni mucho menos periódicos, ni juegos de consolas … Esperan tenerlo todo bajado gratis de Internet.

Hoy recomiendo el saber apreciar las cosas escogiendo como mínimo uno de estos ejemplos tan simples: acudir a una librería acompañados de nuestros hijos y comprar un libro, a una tienda de discos o a un gran centro comercial y adquirir un compact disc, o bien comprar una película en DVD o Blu-ray. También nuestros hijos sabrán apreciar más las cosas si de sus ahorrillos pueden comprar un juego original de su DS de Nintendo u otra consola. Haced la prueba.

Ángel Rodríguez Vilagran

(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio el mes de mayo de 2013 )

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