Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona
hablar y concienciar, mÁS QUE PROHIBIR
La gran preocupación de los padres es el mal uso que pueden llegar a hacer nuestros hijos de las nuevas tecnologías. Hay navegadores, e incluso algunos antivirus, que bloquean el acceso a los webs pornográficos. Un antivirus gratuito que funciona a la maravilla es FortiClient, os lo recomiendo. También hay un programa que se llama Sass Report que registra toda la actividad sin que el menor sea consciente de que es vigilado. Los padres pueden acceder gracias a una contraseña y ver lo que han visitado. También es interesante para conocer más a los hijos: sus inquietudes, preocupaciones, gustos…
A pesar de los programas y de las opciones que existen para bloquear webs pornográficos, soy de la opinión que tenemos que dejar libertad y confianza a nuestros hijos. Tenemos que hablarles y concienciarles más que prohibir. Si tienen el acceso restringido de webs eróticos en el ordenador de casa eso no quiere decir que no los vayan a ver, al contrario. Lo harán en casa de otros amigos que no tengan estas restricciones. Es más, hoy pueden verlas cómodamente en sus móviles. Prohibiéndolas a través de programas no conseguiremos nada.
Lo que si tenemos que vigilar es lo que se comparte a través de las redes sociales y más particularmente en Facebook. Hoy, cada vez más, los jóvenes se muestran desinhibidos en posturas sensuales en fotografías que cuelgan en su muro de Facebook. Estas fotografías llegan fácilmente a pederastas –que las intercambian con otros- o simplemente a otros chicos de la misma edad que se las pasan entre ellos e incluso hay quien las cuelgan en páginas especializadas en fotos eróticas. Es muy importante tener el Facebook accesible sólo a nuestras amistades agregadas. Tenemos que advertir de estos peligros a nuestros hijos de una forma clara.
Y lo mismo ocurre con Skype (el sustituto de Messenger) donde a través de la webcam algunos jóvenes no tienen pereza en mostrarse sensuales desde sus propias habitaciones a través del ordenador o de sus propios móviles. El mismo Skype permite poder tomar fotografias de las sesiones de webcam. Estas imágenes pueden ser intercambiadas entre internautas.
Ángel Rodríguez Vilagran
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio el mes de marzo de 2013 )
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